domingo, 30 de octubre de 2011

Les amours imaginaires

Película canadiense, que creemos que es francesa cuando no se tiene en cuenta de que en Canadá se habla francés, con un reparto con caras conocidas y bonitas. Película que recién termino de mirar.

Trata de dos mejores amigos (Xavier Dolan, Monia Chokri), que conocen a un chico en una fiesta (Niels Schneider), esto los lleva a hacerse amigos de ese chico, y luego obsesionarse con el.
No voy a contarles la película, les recomiendo que la vean, solo voy a destacar algunos aspectos que me dejaron reflexionando.

Las pocas experiencias amorosas que he tenido, se reflejan en situaciones de la película, como por ejemplo el obsesionarse con alguien, no necesariamente una pareja, si no alguien que nos gusta mucho, y por alguna razón no encaramos. Obsesionarse tanto que transformamos nuestros hábitos cotidianos en los que tiene nuestra persona especial, cosas pequeñas, pero que nos cambian,y no las cambiamos para caerle mejor a la persona, no entiendo bien porque, supongo que es para cuando no tenemos a esa persona cerca físicamente, mantenerla cerca de otra forma, con cosas materiales, con alimentos, música, películas. Un ejemplo personal, dejé de tomar agua con gas, hace un año y medio que estuve obsesionado, de llegar al punto de llorar, y hasta el día de hoy, el agua con gas dejó de ser mi favorita. De ahí esos lugares o canciones que nos recuerdan a los demás, más allá de que nos dañe visualizar elementos que nos hagan acordar a esa persona, los seguimos viendo, para mantener el recuerdo de la persona latente, pero a la larga, ya nos da igual, pero nos va a hacer asociar esos elementos con la persona para siempre. Yo tengo una canción en especial que me recuerdan a mi primer amor, y no puedo evitar acordarme de el cuando la escucho, al comienzo lastimosamente, hoy, nostalgicamente. En una parte de la película, una chica dice algo como 'siempre termina teniendo la razón la persona que tenemos en el pedestal'. Juro que nunca escuché a nadie decir eso, y lo comparto totalmente, porque somos tan susceptibles con la otra persona, que no se nos ocurren ideas inteligentes, y seguimos en el pozo de la obsesión, esa bobería que no se va, nos hace ver como niños. Quizás sea por eso que nos molestan las parejas melosas, ellos no experimentaron esto.

Cuando hay situaciones que comprometen a dos mejores amigos, a veces es difícil hablar del tema sin sentirse incómodo, por eso las dejamos pasar la mayoría de las veces. Se nos hace difícil sacarnos la máscara y mostrarnos de adentro para afuera, sabemos que los dos queremos hablar del tema, pero ninguno toma la iniciativa, y de ningún tema se habla, entonces surge ese silencio incómodo. Entre mejores amigos no se debería usar maquillaje, para algo son mejores amigos, se conocen en todo aspecto, y no se tiene porque sentir avergonzado de decir lo que siente.

Es una película linda para mirar solo, de la soledad brotan los pensamientos más profundos de uno.


1 comentario:

  1. 'siempre termina teniendo la razón la persona que tenemos en el pedestal'
    También concuerdo u.u

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