miércoles, 25 de mayo de 2011

Veamos... ese que está ahí.

No hay nada como un día sin colegio, para volver todo lo que hacés en una reflexión, en memorias de tu pasado. Todo lo que hecho, parece una perdida de tiempo, cuando no sabés cuál es el propósito de la vida, pero cuando tenés mi filosofía, y salís a la calle, te das cuenta de que no es así. Aunque debo admitir que me siento vacío, mis planes a futuro me abrazan, me dicen que las cosas, pronto, ya no van a ser así. El libro de mi vida no es exactamente uno dividido en capítulos, es más uno desorganizado, en el que nunca se puede predecir que va pasar. Es un libro denso, en el que pasan muy pocas cosas que asombren, que llamen la atención. Es un mal libro seguramente. Quisiera que el tiempo pasara un poco más rápido, y poder ver que me va pasar. Volviendo al principio, cosas re simples me hacen darme cuenta quienes son los capítulos más importantes de mi vida, y son los que hasta ahora se siguen mencionando en el libro. ¿Por qué el stress es tan importante? ¿Por qué lo que todos deberían hacer tiene un rol principal? Me la paso pensando y hablando, escribiendo, pero nunca sé que tengo que hacer, supongo que todo va a pasar, todo me va a pasar, y todo lo que tenga que hacer, lo voy a hacer. Algún día, no muy lejano, como Nati dijo, el mundo será mio*

*y con eso quiero decir que no me voy a sentir como un intruso en mi propio hogar.

4 comentarios:

  1. Cuando escribís dejás de tener 4 años.

    ResponderEliminar
  2. están buenos los libros sin capítulos... no sé, me gustan más

    ResponderEliminar
  3. Del dicho al hecho...
    A veces hay que tener más coraje para escribir que para actuar.

    ResponderEliminar